CUERPO COMO AUTOMOVIL

CUERPO COMO AUTOMOVIL 

Viendo al cuerpo como un automóvil, podemos comprender la complejidad de su estructura, satisfacer correctamente sus necesidades y cuidarlo para extender su vida útil. Nuestro principal medio de transporte está compuesto por un complicado conjunto de palancas, ejes articulados, neumáticos, elementos electrónicos y un sistema de combustión que hacen posible cada movimiento.

Viendo al cuerpo como un vehículo, comprenderemos que si no se utiliza, las piezas se van oxidando, los sistemas hidráulicos pierden eficacia, la batería se agotará y los neumáticos se deformarán perdiendo aire, por eso, se hace imprescindible utilizar el cuerpo, sus músculos, sus articulaciones y cuidarlos día a día.

Además, de igual manera que con el automóvil, antes de iniciar una actividad a la que no estamos acostumbrados o de mayor intensidad o duración, es conveniente llevar el vehículo a revisión y corroborar que todo esta en orden, por eso, no olvides los exámenes y pruebas antes del esfuerzo, pues evitarán consecuencias indeseadas y brindarán seguridad a la actividad posterior.

Por otro lado, no podemos olvidar la importancia del combustible para el que automóvil funciones correctamente, ya que la alimentación es un componente fundamental para que nuestro cuerpo se pueda mover, actuar, pensar y vivir más y con salud.

También podríamos comparar la avería del auto con una lesión en nuestro cuerpo, que se percibe a través del dolor y necesita ser reparada para continuar adelante.

Esta comparación puede ayudarnos a entender la complejidad de nuestro cuerpo, las necesidades del mismo y la importancia de protegerlo, cuidarlo y prevenir averías para extender su vida útil y prolongar su correcto funcionamiento. El cuerpo, como un automóvil, necesita de actividad, alimentación, protección y cuidados extras para vivir más y mejor.